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DIA 33

¡Bendecido día, amigo! Nos volvemos a encontrar para continuar con lo que nos propusimos para el año calendario: leer COMPLETA la Santa Biblia.
Hoy conoceremos la descendencia de Esaú, hijo de Isaac y hermano de Israel.
Luego seremos testigos de la triunfal entrada de Jesús en Jerusalén, montado en un asno. También seguiremos aprendiendo acerca de su doctrina.
Continuaremos, como todos los días, con las lecturas de los Salmos y de los Proverbios.
¡Qué Dios te bendiga!


Los descendientes de Esaú
1Estas son las generaciones de Esaú, el cual es Edom: 2Esaú tomó sus mujeres de las hijas de Canaán: a Ada, hija de Elón heteo, a Aholibama, hija de Aná, hijo de Zibeón heveo, 3y a Basemat hija de Ismael, hermana de Nebaiot. 4Ada dio a luz a Esaú a Elifaz; y Basemat dio a luz a Reuel. 5Y Aholibama dio a luz a Jeús, a Jaalam y a Coré; estos son los hijos de Esaú, que le nacieron en la tierra de Canaán. 6Y Esaú tomó sus mujeres, sus hijos y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus ganados, y todas sus bestias, y todo cuanto había adquirido en la tierra de Canaán, y se fue a otra tierra, separándose de Jacob su hermano. 7Porque los bienes de ellos eran muchos; y no podían habitar juntos, ni la tierra en donde moraban los podía sostener a causa de sus ganados. 8Y Esaú habitó en el monte de Seir; Esaú es Edom.
9Estos son los linajes de Esaú, padre de Edom, en el monte de Seir. 10Estos son los nombres de los hijos de Esaú: Elifaz, hijo de Ada mujer de Esaú; Reuel, hijo de Basemat mujer de Esaú. 11Y los hijos de Elifaz fueron Temán, Omar, Zefo, Gatam y Cenaz. 12Y Timna fue concubina de Elifaz hijo de Esaú, y ella le dio a luz a Amalec; estos son los hijos de Ada, mujer de Esaú. 13Los hijos de Reuel fueron Nahat, Zera, Sama y Miza; estos son los hijos de Basemat mujer de Esaú. 14Estos fueron los hijos de Aholibama mujer de Esaú, hija de Aná, que fue hijo de Zibeón: ella dio a luz a Jeús, Jaalam y Coré, hijos de Esaú.
15Estos son los jefes de entre los hijos de Esaú: hijos de Elifaz, primogénito de Esaú: los jefes Temán, Omar, Zefo, Cenaz, 16Coré, Gatam y Amalec; estos son los jefes de Elifaz en la tierra de Edom; estos fueron los hijos de Ada. 17Y estos son los hijos de Reuel, hijo de Esaú: los jefes Nahat, Zera, Sama y Miza; estos son los jefes de la línea de Reuel en la tierra de Edom; estos hijos vienen de Basemat mujer de Esaú. 18Y estos son los hijos de Aholibama mujer de Esaú: los jefes Jeús, Jaalam y Coré; estos fueron los jefes que salieron de Aholibama mujer de Esaú, hija de Aná. 19Estos, pues, son los hijos de Esaú, y sus jefes; él es Edom.
20Estos son los hijos de Seir horeo, moradores de aquella tierra: Lotán, Sobal, Zibeón, Aná, 21Disón, Ezer y Disán; estos son los jefes de los horeos, hijos de Seir, en la tierra de Edom. 22Los hijos de Lotán fueron Hori y Hemam; y Timna fue hermana de Lotán. 23Los hijos de Sobal fueron Alván, Manahat, Ebal, Sefo y Onam. 24Y los hijos de Zibeón fueron Aja y Aná. Este Aná es el que descubrió manantiales en el desierto, cuando apacentaba los asnos de Zibeón su padre. 25Los hijos de Aná fueron Disón, y Aholibama hija de Aná. 26Estos fueron los hijos de Disón: Hemdán, Esbán, Itrán y Querán. 27Y estos fueron los hijos de Ezer: Bilhán, Zaaván y Acán. 28Estos fueron los hijos de Disán: Uz y Arán. 29Y estos fueron los jefes de los horeos: los jefes Lotán, Sobal, Zibeón, Aná, 30Disón, Ezer y Disán; estos fueron los jefes de los horeos, por sus mandos en la tierra de Seir.

31Y los reyes que reinaron en la tierra de Edom, antes que reinase rey sobre los hijos de Israel, fueron estos: 32Bela hijo de Beor reinó en Edom; y el nombre de su ciudad fue Dinaba. 33Murió Bela, y reinó en su lugar Jobab hijo de Zera, de Bosra. 34Murió Jobab, y en su lugar reinó Husam, de tierra de Temán. 35Murió Husam, y reinó en su lugar Hadad hijo de Bedad, el que derrotó a Madián en el campo de Moab; y el nombre de su ciudad fue Avit. 36Murió Hadad, y en su lugar reinó Samla de Masreca. 37Murió Samla, y reinó en su lugar Saúl de Rehobot junto al Eufrates. 38Murió Saúl, y en lugar suyo reinó Baal-hanán hijo de Acbor. 39Y murió Baal-hanán hijo de Acbor, y reinó Hadar en lugar suyo; y el nombre de su ciudad fue Pau; y el nombre de su mujer, Mehetabel hija de Matred, hija de Mezaab. 40Estos, pues, son los nombres de los jefes de Esaú por sus linajes, por sus lugares, y sus nombres: Timna, Alva, Jetet, 41Aholibama, Ela, Pinón, 42Cenaz, Temán, Mibzar, 43Magdiel e Iram. Estos fueron los jefes de Edom según sus moradas en la tierra de su posesión. Edom es el mismo Esaú, padre de los edomitas.


La entrada triunfal en Jerusalén
1Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos, 2diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos. 3Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará. 4Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:

 5 Decid a la hija de Sion:
He aquí, tu Rey viene a ti,
Manso, y sentado sobre una asna,
Sobre un pollino, hijo de animal de carga.

6Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; 7y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. 8Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. 9Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! 10Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? 11Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.

Purificación del templo
12Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; 13y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.

14Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó. 15Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron, 16y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis:
De la boca de los niños y de los que maman
Perfeccionaste la alabanza?

17Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, y posó allí.

Maldición de la higuera estéril
18Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. 19Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera. 20Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera? 21Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. 22Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.


37 Perseguí a mis enemigos, y los alcancé,
Y no volví hasta acabarlos.

 38 Los herí de modo que no se levantasen;
Cayeron debajo de mis pies.

 39 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea;
Has humillado a mis enemigos debajo de mí.

 40 Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas,
Para que yo destruya a los que me aborrecen.

 41 Clamaron, y no hubo quien salvase;
Aun a Jehová, pero no los oyó.

 42 Y los molí como polvo delante del viento;
Los eché fuera como lodo de las calles.


Amonestación contra el adulterio
20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre,
Y no dejes la enseñanza de tu madre;
 21 Atalos siempre en tu corazón,
Enlázalos a tu cuello.
 22 Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán;
Hablarán contigo cuando despiertes.
 23 Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz,
Y camino de vida las reprensiones que te instruyen,
 24 Para que te guarden de la mala mujer,
De la blandura de la lengua de la mujer extraña.
 25 No codicies su hermosura en tu corazón,
Ni ella te prenda con sus ojos;
 26 Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan;
Y la mujer caza la preciosa alma del varón.