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DÍA 5

Nuestro propósito en este año es poder lograr leer la Biblia completa. En este plan que nos hemos trazado, hoy leeremos el capítulo 5 del Génesis, también, unos de los más bellos pasajes de los Evangelios, las Bienaventuranzas que están en San Mateo 5:1-20. Además, el Salmo 4 del versículo 1 al 3 y llegamos al final del primer capítulo de Proverbios al leer desde el versículo 24 al 33.
Gracias por seguirnos. ¡Qué Dios los bendiga! 

Los descendientes de Adán
1Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. 2Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados.

3Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. 4Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. 5Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió. 6Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós. 7Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. 8Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió.

9Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán. 10Y vivió Enós, después que engendró a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas. 11Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió.

12Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel. 13Y vivió Cainán, después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas. 14Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió.

15Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared. 16Y vivió Mahalaleel, después que engendró a Jared, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. 17Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió.

18Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc. 19Y vivió Jared, después que engendró a Enoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. 20Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió.

21Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. 22Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. 23Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. 24Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios. 25Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec. 26Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. 27Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y murió.

28Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo; 29y llamó su nombre Noé,9 diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo. 30Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas. 31Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió.
32Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet.

El Sermón del monte: Las bienaventuranzas
1Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
3Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
4Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
5Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
6Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
7Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
9Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.12Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
La sal de la tierra
13Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
La luz del mundo
14Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Jesús y la ley
17No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

 1 Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.
Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;
Ten misericordia de mí, y oye mi oración.
 2 Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,
Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira?
Selah
 3 Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;
Jehová oirá cuando yo a él clamare.

24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír,
Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,

 25 Sino que desechasteis todo consejo mío
Y mi reprensión no quisisteis,

 26 También yo me reiré en vuestra calamidad,
Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;

 27 Cuando viniere como una destrucción lo que teméis,
Y vuestra calamidad llegare como un torbellino;
Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.

 28 Entonces me llamarán, y no responderé;
Me buscarán de mañana, y no me hallarán.

 29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría,
Y no escogieron el temor de Jehová,

 30 Ni quisieron mi consejo,
Y menospreciaron toda reprensión mía,

 31 Comerán del fruto de su camino,
Y serán hastiados de sus propios consejos.

 32 Porque el desvío de los ignorantes los matará,
Y la prosperidad de los necios los echará a perder;

 33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente
Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.